La temporada de gripe de 2024 se perfila como un año crucial para los sistemas sanitarios de todo el mundo, no sólo por la demanda anual de vacunas antigripales, sino también por la introducción de una innovación revolucionaria: las vacunas antigripales de ARN. Tras el éxito de la tecnología del ARNm en la lucha contra el COVID-19, este enfoque de vanguardia se está aplicando ahora a la prevención de la gripe, transformando potencialmente la forma en que combatimos el virus de la gripe.
El auge de las vacunas antigripales de ARNm
Las vacunas antigripales tradicionales se han basado en cepas de virus inactivadas o debilitadas para desencadenar una respuesta inmunitaria en el organismo. Aunque eficaces, el proceso de producción de estas vacunas lleva mucho tiempo, y predecir la cepa de gripe correcta para cada temporada puede ser todo un reto. La tecnología del ARNm ofrece una alternativa más rápida y adaptable que podría mejorar drásticamente la eficacia y accesibilidad de las vacunas antigripales. Los líderes del sector están viendo resultados positivos en el desarrollo de este tipo de vacunas para combatir virus como el de la gripe, pero aún les queda camino por recorrer antes de que sean viables.
Cómo funcionan las vacunas antigripales de ARNm:
En lugar de utilizar una parte del virus, las vacunas de ARNm enseñan a las células del organismo a producir proteínas que imitan parte del virus. Estas proteínas desencadenan entonces una respuesta inmunitaria sin necesidad del propio virus. Esta tecnología permite a los científicos desarrollar rápidamente vacunas en respuesta a las cepas de gripe emergentes, ofreciendo una mejor protección contra las mutaciones del virus. La agilidad de las vacunas de ARNm también puede agilizar los tiempos de producción, lo que es crucial durante la temporada de gripe, cuando la rapidez es esencial.
Ventajas de las vacunas antigripales de ARNm
1. Producción más rápida: las vacunas de ARNm pueden producirse más rápidamente que las vacunas tradicionales, lo que permite responder con rapidez a las nuevas cepas de gripe.
2. Precisión en la orientación: Dado que las vacunas de ARNm están diseñadas para desencadenar respuestas inmunitarias específicas, pueden adaptarse a las cepas de gripe más relevantes para cada temporada.
3. Mayor adaptabilidad: Si el virus de la gripe muta o surgen nuevas cepas durante la temporada, las vacunas de ARNm pueden modificarse más rápidamente para proporcionar una mejor protección.
4. Posible vacuna universal contra la gripe: La investigación en curso sobre la tecnología del ARNm podría conducir con el tiempo al desarrollo de una vacuna universal contra la gripe, que ofrezca protección a largo plazo contra múltiples cepas del virus, reduciendo la necesidad de vacunaciones anuales.
Desafíos en la adopción de vacunas antigripales de ARNm
Aunque los beneficios potenciales de las vacunas antigripales de ARNm son apasionantes, también hay retos que deben abordarse, especialmente en lo que respecta a la logística. Uno de los obstáculos más importantes es la sensibilidad de las vacunas de ARNm a las fluctuaciones de temperatura. La mayoría de las vacunas de ARNm requieren almacenamiento a temperaturas ultrabajas, lo que complica su transporte y distribución, sobre todo a centros sanitarios remotos o menos equipados.
El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido suele administrar entre 15 y 20 millones de vacunas antigripales al año, por lo que mantener la integridad de estas vacunas en toda la cadena de suministro es fundamental para garantizar su eficacia. Si las vacunas se exponen a temperaturas fuera de su rango requerido, pueden perder su eficacia, por lo que las soluciones de transporte adecuadas son un factor clave para la adopción generalizada, mientras los fabricantes trabajan en el desarrollo de formulaciones más estables a la temperatura que podrían permitir el almacenamiento a temperaturas menos extremas.
La mayoría de las vacunas, incluidas las tradicionales contra la gripe, deben transportarse a una temperatura controlada de 2°C a 8°C para preservar su potencia. Esto se consigue normalmente mediante el uso de contenedores aislados, camiones refrigerados o transportistas especializados en vacunas equipados con dispositivos de control de la temperatura.
